Cierro mis ojos y encuentro los tuyos.
No tengo palabras, para describir aquel sueño.
Tan cerca del cielo... tan lejos de ser cierto,
llego a sentirlo ajeno, por lo extraño... por lo bello.
No suenan relojes, ni brillan luces que no regale el sol...
esa sensación de vida en el cuerpo, se transforma en obsesión.
Las distancias no son largas, y el tiempo se apiada...
el frío no existe... ya que todos se abrazan.
¡No quise despertar!... fue contra mi voluntad,
me aferré a sus ojos, y de pronto volví a soñar.
Los bosques eran vírgenes, rodeados de seres...
ángeles cantantes, duendes bailarines.
Los amores eran libres... entre pasto y adoquines,
los pasados no eran grises, ni los recuerdos... cicatrizes.
Y así volvió el amanecer... le rogué tanto,
y me supo entender,
la pintura cobró color, el viento se ahogó en calor...
divino sueño en que el amanecer volvió...
y de tu mano estuve... cuando sucedió.




