
Nuevo rostro nostálgico,
nuevo amanecer.
Intento suavemente entrar en su cabeza...
tocando sus labios con los míos,
cerrando los ojos con el propósito de ser su luna.
Me arrepiento luego...
después del deseo,
me arrepiento pronto,
con un llanto sincero.
El viento susurra ternura...
pero el fuego por dentro me quema, y me quema el pecho...
tu llegada, que nunca llega...
tus palabras, parecen piedras.
Jamás pude verte con tanta claridad...
como cuando tu presencia se volvió recuerdo,
y tu nombre me provocó cólera,
y tu nombre fue un breve entierro.
Acuarelas cubren tus manos,
y debajo tu suerte, se esconde latente...
mi corazón se desvela denuevo...
despierto, esperando por verte.



