Un va y ven de besos...
los guardé, con detalle en mi mente... ahora que te vas, pronto ya te fuiste.
Para no olvidar, quizás... grabé cada movimiento,
cada uno de tus intentos, para satisfacer mis labios sedientos.
Cerca nuestro, el mundo se detuvo...
mientras la lluvia siguió cesando,
sobre nosotros siguió lloviendo.
Vamos bailando, nuestro va y ven de besos...
tu cuerpo y mi cuerpo, a veces violentos,
vamos bailando, aquel ritmo imperfecto...
dejando de lado un pasado, un secreto.
Pero hubo un quiebre, se frenó el tiempo,
te quedaste absolutamente quieto, y la música se la llevó el viento,
me quedé sola, frente a un cielo muerto,
sin horas, sin errores, sin penas, sin tormentos,
me aproveché de la desgracia... y examiné tu rostro,
con la mirada de hada inquieta, curiosa y traviesa,
pude encontrar, ¡por fin!, el verde de tus ojos,
y descubrí también que no existe en ninguna gama de colores,
como niña maravillada, dibujé el contorno de tu boca...
y sumida en mis pensamientos, escribí palabras en tu cuello,
quizás como un juguete, o más como una joya,
te recosté a mi lado, mientras pasaron las horas.
La desgracia pasó lento, pero contigo cerca, nada me amenaza
al completo vacío...
ni que se frene el mundo llevándose consigo tus movimientos,
ni que se congelen los minutos dejándome fría e inconsiente de mis propios sueños.
La música volvió, y como un gran bailarín me volviste a poseer...
pues, no te alcanzaste a dar cuenta de aquel quiebre al permanecer durmiente.
Empezando con nuestro va y ven de besos, la lluvia volvió a cesar,
tu mano en mi espalda febril, me trajo al presente de nuevo...
avanzando a un paso lento, y volviendo para atrás,
un dulce coqueteo, sin ir demaciado lejos.
Un va y ven de besos, los guardé...
con detalle en mi mente,
ahora que te vas triste, y mañana... que ya te fuiste,
guardé aquel momento, y quedó impregnado en mi cabello,lo recuerdo y me ausento,
nuestro va y ven de besos.
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